Si tomamos en cuenta que no consumen derivados de combustibles fósiles como el gas ni el oxígeno que demanda la combustión, los calefactores eléctricos pueden ser considerados como una de las opciones de calefacción más limpias y eficientes del mercado.
Pero con tantas opciones diferentes, puede ser difícil elegir qué calefactores son los adecuados para tu espacio, sea vivienda o trabajo. Está claro que hablamos de sistemas que son portátiles, y no de centrales de calefacción que demandan complejidad en instalación y mantenimiento.
Una de las preguntas más habituales a la hora de pensar en calefaccionar ambientes, es respecto de la conveniencia de un caloventor o de uno eléctrico, también llamados convectores o calefactores por convección.
Ventajas y contras de los caloventores
Los caloventores mueven el aire a través de un elemento que le sube la temperatura, para hacerlo circular luego por el ambiente en que se ubica. Debido a que los caloventores utilizan un ventilador para mover el aire caliente, pueden proveer calefacción en ambientes pequeños muy rápidamente (además de ocupar menos espacio que los convectores).

Esto los hace ideales para entradas, cuartos de baño y espacios de servicios públicos donde se necesitan ráfagas cortas de calor y el espacio suele ser un bien escaso. Aunque el ruido del ventilador es mínimo, es un factor a tener en cuenta en comparación con los calefactores de convección silenciosos. Esta es otra de las razones por las que son más adecuados para las zonas comunes que para las viviendas.

Además, como los caloventores pueden calentar un espacio rápidamente, son excelentes para habitaciones que no se utilizan todo el tiempo, como garajes, talleres, lavaderos y dormitorios. Basta con subir el termostato al entrar en el lavadero o el dormitorio para alcanzar rápidamente la temperatura deseada.

Ventajas y contras de los calefactores por convección
Los calefactores de convección hacen circular silenciosamente el calor por la habitación aspirando aire frío por la parte inferior y creando una corriente de aire caliente. El aire frío que se desplaza hacia abajo se calienta y el proceso continúa, proporcionando un espacio cálido.
Como este tipo de calefactores utilizan el proceso de convección natural, funcionan silenciosamente, por lo que son ideales para salas de estar y dormitorios. Además, no tienen piezas móviles, por lo que prácticamente no requieren mantenimiento.

Los calefactores de convección tradicionales, normalmente los calefactores de zócalo eléctricos, no calientan una habitación tan rápidamente como los caloventores, sin embargo hay avances tecnológicos que están cerrando esta brecha.
Además, un panel de convección puede puede controlar la temperatura ambiente con una precisión de una fracción de grado, de modo que cuando las habitaciones están a la temperatura adecuada, se apaga inmediatamente para ahorrar energía. Comparado con un caloventor, que en el mejor de los casos trae un control giratorio de la temperatura con el que intuir el nivel de calor que necesitás, es un punto importante.

En términos de aprovechamiento de la energía utilizada, podemos decir que solamente los convectores transforman en calor el 100 por ciento de la electricidad que consumen: los caloventores deben consumir una parte para hacer girar las aspas que mueven el viento caliente.

Más seguridad y eficiencia
Como decíamos más arriba, tanto los caloventores como los convectores son en la actualidad dos de las opciones de calefacción doméstica más seguras del mercado debido a su sencillez y al hecho de que no utilizan combustión.
En última instancia, el tipo de calefacción por el que te decidas dependerá de tus preferencias y necesidades. Tanto los caloventores como los convectores proporcionan calor suficiente para garantizar ambientes cómodos, pero otros factores, como el tamaño, la seguridad, el ruido y el consumo de energía, pueden tener mayor peso a la hora de tomar una decisión.