Con los meses más frescos del año a la vuelta del almanaque, las botas asoman como uno de los accesorios imprescindibles del guardarropas en su versión otoño-invierno. Porque, si bien es cierto que se pueden usar durante casi todo el año, es durante la temporada fría cuando decidimos cuáles vamos a comprar este año
De hecho, con este cambio de estación es cuando empezamos a pensar «¿puedo ponerme las botas con esta prenda?», sea que estamos haciendo un “inventario” del perchero o a punto de comprar un nuevo vestido.

Este es el punto del dilema. Cuando usás botas altas con un vestido o una falda, las rodillas que asoman se convierten en un punto de atención visual. La piel expuesta, por mínima que sea, segmenta visualmente el cuerpo en lugar de darnos la tan deseada silueta alargada y sin interrupciones, por lo que si te gustan tus rodillas, sabrás que van a ser el centro de la mirada observadora con esa combinación.
Pero si no estás cómoda exponiendo esa articulación, la alternativa es usar botas bucaneras, que a diferencia de las botas altas llegan a cubrir la rodilla.
Acá te explicamos la diferencia entre las botas bucaneras y las botas altas...
Botas bucaneras
Llegan hasta arriba de la rodilla y son una gran opción para estilizar la figura con un vestido o una falda.
Es una buena idea elegir unas botas bucaneras que nos permitan mover las piernas con facilidad. Las confeccionadas con gamuza flexible o cuero elástico, duraderas y flexibles, y diseñadas con cierres (parciales o completos) proporcionan máyor amplitud de movimiento. Además, debemos asegurarnos de que nuestras botas bucaneras tengan un ajuste ceñido. Cualquier bulto o protuberancia en la línea de la pierna es una distracción visual, estilísticamente hablando.

Las bucaneras, en general, duran más. Si pensás usarlas seguido por mucho tiempo, son una buena inversión para tomar en cuenta en el presupuesto de tu ropero. Son tendencia siempre, aunque no estén necesariamente de moda.
Botas altas
Sucede que las botas bucaneras pueden no ser adecuadas para todas, sea por limitaciones físicas o de estilo de vida, o simplemente porque no te gusta ese estilo. En ese caso, las botas altas que van hasta la rodilla siempre son una gran opción.
Para que la silueta general del cuerpo parezca alargada al usar unas botas hasta la rodilla con un vestido o una falda, debemos minimizar o, preferiblemente, eliminar por completo la exposición de las rodillas. Un vestido o una falda con un dobladillo más largo funcionaría, aunque se trata de una opción de estilismo complicada en términos de look.

Una alternativa mejor es combinar botas hasta la rodilla con medias opacas de color a tono (no transparentes u opacas transparentes) y luego agregar el vestido/falda complementario. Esta opción de estilo es otra forma de restar importancia a la zona de las rodillas y seguir siendo fan de las botas, al mismo tiempo que es un buen truco para quitar las rodillas del foco de atención.
Que sean ajustadas a la pierna y no queden sueltas se vuelve esencial también en las botas altas: más de dos centímetros y medio extra alrededor del perímetro superior de las botas altas, significa que son demasiado grandes. Tené en cuenta que el mismo par de botas altas hasta la rodilla usadas sobre los jeans puede no quedar tan bien con un vestido o una falda. Por consiguiente, deberías considerar más de un par de botas hasta la rodilla para el vestuario cotidiano.