La pregunta tal vez nos la hicimos todos quienes amamos la comodidad del calzado deportivo: “¿Puedo lavar las zapatillas en el lavarropas?”. La primera respuesta es sí. Una respuesta más elaborada y que deberías leer si estás pensando en meter las zapas en la lavadora, es la que desarrollamos a continuación.
Lo primero que tenés que saber es que si bien usar el lavarropas para dejar las zapatillas impecables es fácil y eficaz, no está exento de riesgos. Para disminuirlos, vas a tener que tomar en cuenta factores como el material del calzado, el tipo de ciclo de lavado y los métodos de secado adecuados. Siempre, en caso de duda, lavá las zapatillas a mano
Cómo saber si puedo meter las zapatillas en el lavarropas
Comprobá las instrucciones de cuidado, esas que vienen casi siempre del lado de adentro de la lengüeta.
En general, podemos decir que el calzado de lona, nylon, algodón y poliéster se puede meter sin problemas en la lavadora. La mayoría de las zapatillas deportivas están hechas con tejidos que pueden soportar los rigores de un lavado a máquina.
Qué zapatillas no deben meterse en la lavadora: las de cuero, gamuza, goma y vinilo. En ese caso, si querés limpiarlas deberás lavarlas a mano.
Pre-lavado de las zapatillas antes del lavarropas
Sacá los cordones y las plantillas: los cordones pueden enredarse en la lavadora, y muchas plantillas son delicadas, por lo que es mejor quitar ambos.
Sacá la mayor cantidad de barro y suciedad que pudiese haber en las zapas con un cepillo limpiador o un cepillo de dientes viejo.
Podés lavar los cordones y las plantillas a mano frotándolos con jabón blanco o detergente líquido para ropa y un cepillo suave. Otra opción es meter los cordones bolsa de malla para ropa junto con las zapatillas.
Lavado de zapatillas en lavarropas
Metelas en la lavadora. Un consejo casi de especialistas: lavalas junto con varias toallas viejas. Esto, además de equilibrar la carga del lavarropas, evitará que las adoradas zapas se golpeen y rocen durante el lavado. Deben ser toallas viejas, ya que si son nuevas hay riesgo de que destiñan y manchen el calzado.
Al seleccionar el programa de lavado, tené presente que lo mejor es un ciclo para prendas delicadas con agua fría, de un máximo de 30 a 40 minutos. También evitá usar jabón en polvo, que puede quedar acumulado en la suela y los orificios de los cordones. En vez de eso, utilizá detergente líquido.
Secado de zapatillas
Una advertencia fundamental: no centrifugues, ni tampoco metas las zapatillas en una secadora de aire caliente. El centrifugado puede provocar serios daños por la fuerza con la que gira el tambor, y la temperatura de la secadora seguramente va a aflojar el pegamento que mantiene unidas ciertas partes del calzado. El calor puede incluso hacer que ciertos tejidos o materiales se encojan, deformando permanentemente el calzado y afectando a su ajuste y rendimiento. Tampoco intentes estrujarlas para escurrir el exceso de agua.
Para secar bien las zapatillas, buscá un lugar fresco, soleado y bien ventilado y dejalas allí. Podés meter unas toallas pequeñas dentro para que mantengan la forma mientras se secan (acordate de que deben ser toallas viejas).
El punto del secado es fundamental, también, para determinar cuándo debés lavar tus zapatillas: solamente cuando puedas dejar que se sequen del todo al aire libre. Si elegís hacerlo en días de perspectivas lluviosas o de alta humedad, es probable que se formen bacterias que generan mal olor o -aún peor- hongos.
¿Qué tipo de lavarropas es mejor para lavar zapatillas?
Lavadoras de carga frontal frente a lavadoras de carga superior: ¿Cuál es la mejor? Las lavadoras de carga frontal suelen ser más suaves y tienen mejores controles de centrifugado y temperatura.
La mayoría de las lavadoras de carga superior limpian por agitación de una columna central, lo que puede resultar duro y desgastante para la ropa. Esto no quiere decir que no debas lavar las zapatillas en una de carga superior: si seguís las indicaciones y elegís un ciclo delicado con agua fría, las zapas deberían estar bien sin problemas.