Los cochecitos son una ayuda esencial en la vida de muchas familias con chicos de corta edad: permiten transportar fácilmente a un niño por la ciudad, hacer ejercicio por los caminos de un parque mientras se pasea o evitar que se canse demasiado durante un viaje ajetreado. ¿Por qué es importante elegir el adecuado? Porque no hacerlo puede dejar frustración y la certeza de estar ante un aparato difícil de manejar, que lleva demasiado esfuerzo para plegar o que pesa mucho para subirlo por las escaleras.
Por supuesto que a veces es cuestión de precio y optar por lo más caro tiende a ser seguro. Pero veremos que si se trata de cochecitos no siempre es así y que, en ocasiones, el mejor cochecito de bebé es en realidad uno barato y sencillo. Por eso es importante decidir primero cómo se va a usar y, a continuación, comprar dentro de esos parámetros.
Aspectos a tener en cuenta al comprar un cochecito
La mejor manera de encontrar el cochecito que querés es considerar las cinco métricas principales antes de comprar, ya que las opciones disponibles pueden ser abrumadoras si no se sabe qué tipo de cochecito se busca.
Edad del niño. Si estás comprando un cochecito de bebé y querés que dure hasta los años de preescolar, vas a tener que elegir uno distinto al que tu niño usará con 13 kilos de peso y saliendo y entrando fácilmente a la silla. Por ejemplo, el estilo “moisés”, sin adaptaciones, va a servirte con un niño recién nacido o de pocos meses.
Integración con sillas de auto. Para el caso de que quieras que el cochecito se integre a un asiento de auto, necesitarás un estilo diferente a uno que comprarías si ya tenés para el asiento de coche otro accesorio.
Tamaño y peso. El volumen físico importa si tenés un auto pequeño pero querés transportar el cochecito. Si usás el cochecito en contextos en los que a veces tenés que cerrarlo y llevarlo, vale la pena pensar en el peso que necesitás que tenga, ya que unos pocos kilos de diferencia cambian todo. Sobre todo, si tenés que hacer todo con el niño en brazos.
Facilidad de uso. Vale lo mismo que para el punto anterior. Un cochecito en particular puede tener un proceso de plegado complejo y con varias manos o ruedas difíciles de bloquear o desbloquear. Probá exhaustivamente el mecanismo y asegurate de que sea sencillo antes de elegir.
Estilo. Algunos cochecitos muy lindos están fabricados con materiales de alto costo. Si vas a gastar tanta plata, tené en cuenta que la apariencia es importante, pero más lo son la descripción y las especificaciones. El tipo de material, qué tan fácil o difícil es mantenerlo limpio, la durabilidad y cuidado a tener, y todo lo que pueda informarte sobre lo que vas a adquirir a ese precio elevado.
Hoy, te detallamos sintéticamente las ventajas del Cochecito Mini, también conocido como “paragüita”.
El cochecito paragüitas básico es un armazón de plástico o metal con una silla dispuesta en forma de hamaca de tela que va tendida sobre él, lo que le permite plegarse y pesar apenas más que un paraguas, ocupando muy poco espacio. Los cochecitos mini modernos tienen más accesorios, pero se caracterizan por un diseño sencillo y liviano y una estrategia de plegado que les permite caber en espacios reducidos.
Puntos a favor
- Son muy buenos para transportarlos por la ciudad o de viaje.
- Especialmente indicados para niños pequeños y preescolares que pueden subir y bajar del cochecito.
Aspectos a tener en cuenta
- Suelen tener menos parasoles, portaobjetos o portavasos.
- Son más difíciles de usar con un bebé pequeño, ya que la mayoría tienen una posición de asiento vertical.